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Competencia desleal de grandes superficies contra el comercio local en movilidad: ¿Es legítimo?

Han pasado varios meses desde el pasado artículo, y es que las novedades son tantas que desviarían la atención del post que escribo hoy. ¡Sin duda, la de lanzar el proyecto de CLIME – Clúster de Innovación para la Micromovilidad Eléctrica creo que es la más destacable de todas!

Y mientras mi Trabajo de Fin de Máster sobre la reorganización de TUVISA sigue adelante con una encuesta que ha alcanzado las 300 respuestas y seis de trece sesiones participativas donde he podido desgranar muchas cuestiones y actualizar otras tantas, le he estado dando vueltas últimamente a una cuestión especial que me trasladan desde hace bastante tiempo los compañeros de la asociación Ensanche XIX: la situación en riesgo del comercio local del centro de la ciudad.

No es para menos. Esta semana se ha inaugurado un Sta***cks en un local donde el anterior negocio, bastante rentable y con gran afluencia, no ha sido capaz de soportar los altísimos precios del alquiler del mismo. Eso para una cadena multimillonaria es una minucia. En peor situación me deja personalmente que hayan podido repartir bolsas con el logo comercial de ‘Vitoria-Gasteiz!’ mientras a mí me han prohibido utilizarlo en mis carteles para el TFM. Cada cual que saque sus conclusiones.

Sin duda, que los precios suban y se siga sin aplicar una fórmula que acerque a los clientes a esos locales está perjudicando gravemente a estos negocios diversos y sobre todo, vitorianos. Y la movilidad actual es una de las causas fundamentales, englobada en dos puntos:

Vitoria-Gasteiz. Fuente: Noticias de Álava

1- El transporte público, con una mala oferta

Y quien diga lo contrario se equivoca gravemente. Si bien podemos apuntar las novedades positivas de la llegada de la nueva extensión del tranvía y la futura y final extensión a Zabalgana (donde el coste del viaje/usuario es 10 veces mayor que un autobús urbano) y la exasperante pero próxima llegada de autobuses urbanos renovados (y eléctricos), no podemos evitar los acuciantes problemas que tienen que ver sobre todo con la oferta horaria del servicio del tranvía y TUVISA en fines de semana y noches en general. Podríamos hablar de las trabajadoras que saliendo hacia las 22:00 de trabajar en el centro no encuentran competitividad del servicio al empezar en media hora u hora el servicio nocturno, pero cuando del ocio se trata, muchos vecinos trasladan en sus comentarios la poca flexibilidad que hay para volver a casa tras una sesión de cine en los Florida, o tomarse algo en la Virgen Blanca.

Del tranvía no hablamos en este caso, ya que ni siquiera ofrece servicio nocturno y limita así bastante las conexiones con puntos neurálgicos como la Estación de buses. Y curiosamente pero no sorprendentemente, todos estos problemas derivan en el mismo comentario o conclusión:

Para los vecinos de periferia y fuera de ciudad les es mejor acercarse a las grandes superficies en periferia, descartando 3 de cada 5 veces el centro como opción para desarrollar acciones ociosas, según los datos que estoy recogiendo en mi TFM.

2- El aparcamiento, principal desventaja

Si bien sabemos que el coche ofrece una serie de libertades en general para quien vive en zonas poco densas que otros modos no pueden cubrir tan fácilmente (y responde a malas políticas pasadas), es un hecho demostrado que la ausencia de aparcamiento o el costo de este merma mucho el uso del mismo, en consecuencia del uso del coche.

En un centro de ciudad es legítimo que este aparcamiento no salga gratis, no sólo por los problemas de tráfico, ambientales o de convivencia que pueda ocasionar, sino por la demanda inducida elevada que ofrecería ese servicio, insostenible para un espacio denso y con alta afluencia de peatones. Desgraciadamente, las grandes superficies no tienen ese problema e invitan a los clientes a venir con ese reclamo de aparcar gratis, que provoca que miles de ciudadanos prefieran acercarse a esta superficie (en general repleta de marcas globalizadas y no tanto locales, si bien los precios de los espacios no son bajos precisamente) en vez de apostar por el centro o microcentros de otros barrios de la ciudad. Esa competencia altamente desleal es, desgraciadamente, uno de los mayores interventores en la degradación del comercio típico y local, más que la actualización de los modelos de los mismos negocios o su modernización.

Centro de Vitoria-Gasteiz.

¿Qué podemos hacer frente a esto?

Es importante analizar el caso particular del entramado urbano que se trabaja. En el caso de Vitoria-Gasteiz, disponemos de una macrocefalia provocada por una única gran superficie que ofrece una buena conexión urbana e interurbana, pues no sólo está bien conectada con carreteras y dispone de miles de plazas de aparcamiento gratuito, sino que también dispone de un muy buen servicio de transporte público (el mismo BEi-BRT pasa por ahí). Esas razones son las que han hecho que este espacio prevalezca frente a centros comerciales como el de Lakua (mal acceso) o el de Gorbeia (mal transporte público).

Aparcamientos disuasorios… de calidad

Las autoridades técnicas y políticas deben garantizar que haya espacios para efectuar una intermodalidad entre coche y transporte público u otros medios. Desgraciadamente, y pese a que existen aparcamientos disuasorios, unos no se usan aunque estén en las mejores condiciones de accesibilidad e intermodalidad (el de la Estación de buses… Tiene precio) y otros no se usan porque la intermodalidad es muy pobre (casos en Zaramaga, Portal de Foronda…) y otros están tan atestados que ni siquiera son una opción más que para que los propios vecinos aparquen en ellos (Iturritxu, Txagorritxu…).

En sí, el propio aparcamiento que existe en la gran superficie mencionada es un buen ejemplo de parking disuasorio, pero… ¿Si ya tienes todos los servicios que necesitas en ese espacio, por qué te ibas a desplazar al centro? lo cual lo hace un ejemplo tampoco factible.

Un transporte público más flexible y competitivo

Si bien he de reconocer que me sorprendió recibir una pregunta de un agente político sobre si disponía de influencia para impulsar que en Vitoria-Gasteiz tuviésemos tranvías nocturnos (¡no, no dispongo!), también reconozco que la implantación de un tranvía nocturno podría mejorar la cobertura con futuros o existentes aparcamientos disuasorios además de los propios barrios periféricos.

No obstante, mejorar las rutas nocturnas de autobuses urbanos e incluso atrasar el arranque del servicio nocturno en pro de alargar el servicio del diurno hasta las 0:00 podría resultar en una bastante mayor competitividad del autobús frente a otros medios, incluso haciendo más accesible el centro para todas aquellas personas que acostumbran al ‘tardeo’ o al ‘pintxopote’, fenómenos aliados del comercio local frente a la gran superficie.

Y la dolorosa: ofrecer aparcamiento gratis… y poner precio a otros

Y digo dolorosa porque lo sería a nivel político. Por un lado, no se comprende que dispongamos de un aparcamiento masivo bajo la estación de buses que se debe pagar, y por el otro no se comprende tampoco que una gran superficie practique indirectamente la competencia desleal ofreciendo aparcamiento masivo gratuitamente cuando se sitúa en esencia dentro de la ciudad.

Los aparcamientos disuasorios deberían cumplir con la máxima de no ser beneficiosos para unos pocos, sino para toda la sociedad que los necesite. Ser realmente disuasorio y no residencial, no beneficiar por proximidad a una serie de negocios y que consigan reducir el número de coches en circulación por el centro de la ciudad. De lo contrario, estamos creando espacios que nada nos van a ayudar en esa lucha por la reducción de vehículos que nos afecta a todos por desgracia.

Es por ello que creo con cierta firmeza en que espacios que ofrezcan una correcta intermodalidad y accesibilidad de carácter imparcial deberían tener una serie de beneficios económicos, pues no cortas de raíz la situación pero aligeras la afluencia y circulación del tráfico parásito (aquél tráfico que atraviesa zonas sin empezar ni acabar en ellas) y ayudas a aquellos clientes potenciales que viven fuera de la ciudad. En este caso y como ejemplo principal, el parking de la estación de buses debería ser gratuito, ofreciendo además alas a un tranvía nocturno que pasaría por enfrente.

A su vez, aquellos espacios que se aprovechan la situación de dependencia del usuario del coche para atraerlos a sus negocios no debería permitirse en una ciudad y deberían tener el mismo coste que los aparcamientos más próximos al comercio local. Por ello, prefiero apostar por ponerle precio a aquellos aparcamientos que podría ser cero si efectivamente esta persona ha utilizado el aparcamiento con fines intermodales (billete/cancelación en el bus, o un recibo de un local a ~500m del aparcamiento).

Modelos hay muchos, y podrían plantearse algunos de ellos. ¿A lo mejor es más útil que todos tengan coste y este se reduzca un % o a cero presentando un billete o ticket de un comercio local? ¡Tenéis a disposición los comentarios!

¿Nos atrevemos a imaginar una mejor y más justa intermodalidad?

Calle Postas de Vitoria-Gasteiz.

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