Un par de meses después de las elecciones del 28M, hoy trabajamos con un equipo renovado y con los dos nuevos concejales que logramos en nuestra Dulantzi. Desde entonces, he estado inmerso en mis pensamientos sobre la movilidad del pueblo… Y cómo resulta que estamos en una emergencia latente de perder una de los medios más útiles e interesantes que tenemos: la línea de tren que nos conecta no sólo con Gasteiz y varios pueblos de Araba sino también Iruñea, Donostia e incluso Madrid. Y posiblemente, si la conexión de la Y Vasca se da por la Llanada Alavesa, también Bilbo y otros tantos posibles destinos.
Ante esta situación, y sabiendo que queda una década o más para completar este nuevo eje ferroviario mixto de alta velocidad, los municipios con parada en esta línea deben empezar a recopilar argumentos para que no se les excluya de las nuevas líneas y reconfiguraciones de Media Distancia y Regional Exprés. Si es que acaso se prevén mantener estos servicios.
Partimos además, de un contexto político que hace difícil el compromiso entre municipios de diferentes colores. Tanto en lo social como en lo territorial, suele ser complejo abordar temas que afectan a todos y más aún llegar a acuerdos. Se puede ahondar más, pero sería mejor desarrollarlo en otro artículo.
Contexto
Dulantzi es junto a Agurain, Araia, Langraiz o Argantzun, uno de estos pueblos que pueden perder ese privilegio de tener una línea de tren además de las líneas de Alavabus que ya hay. Perder la estación supondría perder una oportunidad de conexión maravillosa con el corazón de Gasteiz, y también con Iruñea, Donostia o todas las paradas hacia Madrid o Hendaia. Y ningún político que se precie debería resignarse ante ello, viendo las experiencias de otras comarcas en Galicia recientemente, como ejemplo.
Es por ello que surgen dudas sobre cómo trabajar para que el día que menos esperemos no nos retiren el servicio. Y tras trabajarlo y meditarlo durante meses, aquí muestro las claves de lo que debería ser un Eje territorial de movilidad ferroviaria alavesa de cara a la siguiente década:
1- Una alianza de todos los municipios afectados
La unión es lo más importante para conseguir un beneficio conjunto. Esta línea atraviesa Araba por la mitad, en el siguiente orden: Asparrena, Donemiliaga, Agurain, Iruraiz-Gauna, Dulantzi, Burgelu, Gasteiz, Iruña Oka, Argantzun (Trebiñu), Armiñon y Erriberabeitia. Si habláramos de pueblos serían unas cuantas paradas más de las que hay, aproximadamente una veintena de potenciales paradas.
Si se quiere lograr una línea ferroviaria exitosa, todos estos municipios deben trabajar conjuntamente y al unisono en un ‘Eje Imperial’ de pueblos por el corredor ferroviario alavés. De esta manera todos los miembros podrían estar al tanto de los movimientos en materia ferroviaria y crear estrategias de cara a futuros escenarios.
2- A más vivienda, más demanda
El tren hoy en día no es como antaño. Es mucho más caro por todas las novedades durante los últimos siglos y además debe competir con los desplazamientos en coche y otros medios de transporte. Por tanto, el primer argumento para retirar una parada siempre suele ser la falta de demanda en el pueblo afectado.
Claramente, es difícil tener una demanda sólida si el servicio es malo o insuficiente (la pescadilla que se muerde la cola). Y es que estos municipios tienen una ventaja que pocos otros municipios de Araba tienen, que es el todavía disponer de este servicio (a pesar de lo comentado) y su infraestructura, por tanto son polos de atracción impresionantes para construir vivienda, además social. Si todos los pueblos cercanos al tren aumentan sus poblaciones, no sólo reducimos la macrocefalia de Gasteiz sino que además aumentamos la demanda de transporte público en los mismos. Y es que una vez el Alavabus no sea suficiente (como ya estamos viendo en la L5), el siguiente paso de transporte público es el ferroviario. Son contraargumentos muy válidos para combatir los de Renfe y también un sólido argumento para apoyar una futura línea de Euskotren en la zona.
3- La competencia ferroviaria, elemento clave
Y es que sin esta competencia, en este caso la que compete a la infraestructura y explotación de la línea, todo lo comentado se torna una nube de ilusiones. Si bien están cerca de terminar las negociaciones para la explotación de todas las líneas de Cercanías en Euskadi, es muy necesario tener todos los preparativos hechos sobre esta línea para poder implantar algo en un futuro más cercano de lo que se puede esperar, pues no hace falta culminar la Y Vasca para implementarlo. Con la infraestructura manejada por ETS, un servicio de Euskotren es potencial en un eje de localidades y polígonos tan importante como es el nuestro; Miranda/Arasur/Jundiz/Gasteiz/Dulantzi/Agurain/Altsasu.
Nuestros pueblos deben estar preparados para la revolución ferroviaria que se va a dar en Araba en pocos años. Tanto los municipios con parada como los que podrían tener una también deben apresurarse y empezar a colaborar para el futuro de sus habitantes y así seguir construyendo una Araba más fuerte, más diversa y más sostenible.