Este mes ha sido muy, puede que demasiado intenso. Acordar colaboraciones con ferias de movilidad, asistir a entrevistas en televisión y ultimar correos y dossieres desde la Generalitat hasta el Parlamento Europeo no es algo que se haga todos los días. Pero lo más interesante ha sido, de nuevo, el tener la oportunidad de hablar en el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz sobre la actualidad de la movilidad en la ciudad Green.
Y es que pudimos hablar de decenas de cuestiones actuales: el transporte público, las redes de carriles multimodales ligeros, la realidad de los patinetes eléctricos, mi proyecto a punto de iniciarse Lasai-Lasai by PradaX… Y finalmente, el Plan de Movilidad para los Polígonos de Vitoria-Gasteiz, con un gran énfasis en Jundiz, el más grande de la ciudad y de Euskadi.
Un poco de contexto…
Jundiz es el polígono más extenso e interesante a nivel de parcelas y comunicaciones. Se ubica al oeste de la ciudad, encerrado por la línea de tren Madrid-Irun y la N-102, y se compone de tres núcleos:
- Jundiz: La zona central que engloba las parcelas más grandes, dedicado a la industria y logística de todo tamaño (DHL, Mercedes, Correos, la antigua URSSA…)
- Ariñez: La zona próxima al concejo de su mismo nombre. Se caracteriza por su oferta más tecnológica y de oficinas, bastante menos vibrante que la zona central.
- Margarita: La nueva expansión hacia el concejo de Margarita, que se define con espacios especialmente grandes para cadenas logísticas de cualquier sector, como ya se han consolidado Mercadona o Logifruit.
Sin duda, hablamos de un espacio singular, con un potencial comunicador y vertebrador inigualable (pronto tendrá una plataforma intermodal y logística para las mercancías por tren) y que además goza de la cercanía a Vitoria-Gasteiz -separado por el propio Anillo Verde- que permite una integración urbana del polígono.
Sin embargo, el polígono de Jundiz tiene varios problemas graves para la movilidad de los trabajadores:
1- Planificación obsoleta del transporte público en general
Jundiz es un apéndice de la ciudad que no alcanza a conectarse con el polígono vecino de Subillabide en Iruña Oka, limitando el potencial del transporte público urbano al tener una variación de demanda muy irregular desde Vitoria-Gasteiz y no existir un eje de transporte público con Iruña Oka que dinamice la demanda entre ambas localidades y sus polígonos.
2- Accesibilidad peatonal y de bicicletas/VMP muy desfavorable
Situándose tan cerca de la ciudad, es sorprendente que sea tan desincentivador acercarse en patinete eléctrico o bicicleta. El polígono carece de una red básica para la micromovilidad, con un único acceso en el norte del polígono y ninguna alternativa por el centro o el sur del mismo. Una vez más, no existe un eje que te conecte con Iruña Oka y su polígono.
3- Las empresas no están coordinadas para la movilidad sostenible
El caso más flagrante lo tenemos en Mercedes. Dispone de hasta diez líneas de autobuses gratuitos que recorren toda Vitoria-Gasteiz únicamente para su factoría en Jundiz. ¿El problema? solamente se usa un 8% de su capacidad. Este caso ni siquiera está contemplado en el reciente estudio del Plan de Movilidad de los polígonos de Vitoria-Gasteiz 20-30. Falta mucha información que el ayuntamiento desconoce, y las empresas están completamente descoordinadas.
Es imprescindible conocer la demanda y realidad del polígono, la de sus trabajadores y poder analizar las herramientas disponibles, siempre desde una perspectiva humanista que realmente ofrezca a los ciudadanos una alternativa cómoda y en definitiva competitiva frente al coche.
“Es imprescindible conocer la demanda y realidad del polígono, la de sus trabajadores y poder analizar las herramientas disponibles, siempre desde una perspectiva humanista que realmente ofrezca a los ciudadanos una alternativa cómoda y en definitiva competitiva frente al coche.”
Una hoja de ruta para encarrilar la movilidad sostenible al polígono de Jundiz
A través de la experiencia elaborando mis proyectos de movilidad en la ciudad, he tenido la oportunidad de conocer Jundiz de primera mano, bien desde el patinete o desde el autobús. Desgraciadamente, parece que todavía no queda claro qué es lo que se necesita para mejorar la accesibilidad de la movilidad sostenible al polígono más grande de Euskadi.
Por ello, se ha de crear una hoja de ruta clara que pasa por los siguientes puntos:
1- Prioridad absoluta y dedicada al transporte público
Es algo relativamente fácil de planificar, realizar y analizar después sus resultados. Ofreciendo prioridad al autobús otorgándole más carriles dedicados o corredores específicos para autobuses interurbanos, podemos conseguir que las velocidades comerciales se disparen. La prioridad semafórica también es clave, aunque más costosa en términos económicos y operacionales.
Hoy, solamente se puede acudir a Jundiz mediante la L5 de TUVISA, la única disponible, que tarda más de 45 minutos en atravesar una ciudad de 5 kilómetros de ancho. Si has de combinarlo con otra línea de bus, ese tiempo se dispara hasta la hora e incluso hora y media, pudiendo hacer el mismo recorrido hoy en coche en menos de 20 minutos. No existe ningún otro servicio.
2- Mejorar urgentemente la accesibilidad peatonal y de micromovilidad
Actualmente, acudir a Jundiz en bicicleta es complicado debido a que el único acceso urbanizado se sitúa en el extremo norte del polígono, en la factoría de Mercedes. Existen, después, itinerarios rocosos y complicados para circular por ellos en Zuhatzu (centro) y en Ibaia (sur). Para un patinete eléctrico, con una media de diámetro de rueda de 8 pulgadas, es demasiado peligroso.
La ejecución de urbanizado de los dos accesos restantes es más que necesario para poder acceder al polígono desde Zabalgana y Armentia. Sin esos accesos, los trabajadores se ven obligados a tomar la única vía posible, que siendo vecino del sur no es nada competitivo, de nuevo, frente al coche (excepto si trabajas en Mercedes). Tenemos la suerte de no necesitar grandes infraestructuras segregatorias como ocurre en otros países, por tanto, ¿por qué no hacerlo ya?
Finalmente, la red básica para VMP y bicicletas se debe consolidar en las avenidas más anchas, conectándola con los polígonos de Margarita y Ariñez. En el interior de la red es posible circular con mayor seguridad por la calzada misma, si bien se pueden estudiar medidas que incentiven su uso.
3- Crear ejes de movilidad entre Vitoria-Gasteiz e Iruña Oka
Estos ejes de movilidad no sólo favorecen a la conexión entre dos municipios importantes, sino que colaboran al crecimiento de la demanda de transporte público entre estos dos puntos, con polígonos entre ellos.
Es fácil: si tu punto A es un núcleo grande y tu punto B un espacio yermo con demanda irregular, el servicio de transporte público difícilmente se podrá ajustar a la misma. Sin embargo, si es punto B es otro núcleo poblacional, con el punto yermo C en medio, ya existe un crecimiento de una demanda más regular de la que se benefician trabajadores y ciudadanos que viajen entre poblaciones.
Si bien eso debería realizarse con un servicio de Euskotren con paradas en Jundiz e intermodalidad con TUVISA y/o micromovilidad, hoy se puede probar con autobuses sin mayor compromiso, estableciendo en las líneas de Alavabus de Iruña Oka, Miranda de Ebro y Haro, paradas en Jundiz antes de llegar a Vitoria-Gasteiz. Siempre vigilando la utilidad de la línea y garantizando la intermodalidad al llegar al polígono para mayor competitividad.
De la misma forma, fomentar una pista para bicicletas y VMP que conecte ambos municipios puede ser otro recurso útil, teniendo en cuenta que Subillabide y Margarita están a escasos dos kilómetros de distancia. De nuevo, una mejor interconexión puede dar lugar al crecimiento social en ambas localidades.
4- Coordinar a las empresas para una red de transporte colectivo
Finalmente, es importante repensar las políticas de movilidad sostenible de las empresas que conforman Jundiz. No es permisible que en un polígono tan grande, las empresas no guarden relación entre otras para aplicar nuevos criterios y sistemas de movilidad al trabajo.
Para ello, las empresas deben hacer un estudio de su plantilla para determinar su mayor flujo de proveniencia de trabajadores, para elaborar entre ellas sistemas compartidos de transporte que puedan aglutinar a la mayoría de sus empleados, mediante autobuses, u otras plataformas de carsharing, como Karos existe hoy en la ciudad. Si Mercedes tiene diez líneas de bus que no se usan, ¡tal vez deba preguntar a sus usuarios potenciales por qué no las usan!
Recordemos, finalmente, que las empresas pueden establecer servicios de autobuses que verdaderamente se ajusten a los horarios de entrada y salida de los trabajadores. Los estudios de demanda resolverán las rutas que se deben hacer, y las instituciones deberán recoger toda esa información y mejorar dichas rutas en pro de la movilidad colectiva: carril bus, VAO o accesos especiales…
Conclusiones
La gran parte del tráfico que padecemos en Vitoria-Gasteiz es efectivamente por los desplazamientos a los polígonos industriales, con Jundiz como llamativo protagonista. Este tráfico es el mismo que dificulta la movilidad del transporte colectivo y la micromovilidad, desincentivando estos medios en pro del mismo vehículo que causa la afección.
El ayuntamiento debe conocer de primera mano todas las políticas de movilidad de sus empresas, mediante las cuales podrá elaborar estudios fundamentados que puedan darnos muchas mejores pistas sobre cómo se deben atajar las futuras políticas de movilidad sostenible. Sin comunicación, jamás solucionaremos el problema.
Incentivar el transporte público es económico, inmediato y genera unos resultados increíbles, como podemos ver en el BEi, BRT de Vitoria-Gasteiz (¡de un recorrido de 10 kilómetros en 50 minutos, al mismo en 35 minutos!). Mejorar los accesos para la micromovilidad, garantizar su intermodalidad con el transporte colectivo y añadir elementos clave para su uso rutinario es esencial si queremos que los trabajadores se animen a acudir en vehículos de micromovilidad, mientras los temerosos de la lluvia y el frío pueden optar tranquilamente por el transporte colectivo. ¡Es posible!